El crecimiento personal requiere de confianza y entereza. Confiar en tus percepciones te convierte en una persona independiente que disfruta de su vida en su totalidad.
Si no te preocupas por ti misme, ni te escuchas, ni haces caso a tus intuiciones, es fácil que te conviertas en alguien dependiente de otres. Si no confías en los mensajes que te manda tu cuerpo debido a experiencias traumáticas del pasado, tu cuerpo se entumece y se apaga. Un corazón herido tiene una capacidad limitada de confiar. El bloqueo emocional crea relaciones dependientes donde la subordinación es un hecho.
Algunos patrones emocionales negativos son hereditarios. Aunque aún tenemos mucho que aprender sobre la conexión entre genes, vulnerabilidad y cambios de humor, sí se sabe que los mismos comportamientos pasan de padres a hijas e hijos generación tras generación, dejando un legado de emociones dolorosas, privación y trauma tras de sí.
Es difícil sentir alegría cuando el corazón está lleno de dolor. Detrás de ese dolor emocional están los hechos que tu cuerpo ha registrado como verdades en el pasado: sin dejar ir ese dolor, no se puede experimentar la alegría profunda. Algo muy común en el bloqueo emocional relacionado con el amor o el duelo.
¿Cómo sentirte mejor frente al bloqueo emocional?
Servir a los demás con consciencia puede hacer tu vida muchísimo más plena siempre que no te olvides de tus necesidades. Dar y compartir de manera altruista e incondicional libera el dolor y aumenta tu autoestima, así como refuerza tu sistema inmunológico y reduce tu riesgo de varias enfermedades y estrés emocional. Cuando el ser útil a los demás es parte del propósito de tu vida, te conecta con tu verdadera naturaleza y tu dolor emocional se alivia hasta cesar completamente. Servir a los demás y amarte a tí misme abrirá tu corazón a la curación. ¿Has pensado de qué forma te pones al servicio de los demás y si hay algo más que puedes hacer?
Está comprobado que practicar asanas (posturas de yoga) alivia el dolor emocional. Los recuerdos y emociones positivas se amplifican también a través de una perspectiva espiritual cuando la energía vital del cuerpo fluye más libre en las asanas.
Tener un sentimiento de relajación total es la sensación más común después de una práctica de Hatha Yoga. Y tú, ¿Cuándo fue la última vez que sentiste una tranquilidad absoluta?
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